"Obedience is creativity's worst companion"
Macondo es el ‘país’ invitado este año a la FILBO, para usted ¿qué es Macondo?
Creo que Macondo es el país visto desde la imaginación de sus habitantes. Es la fantasía que nos salva del tedio de lo normal y nos permite entender la vida en este caótico país de una forma poética y simbólica. Es lo que hace valer la literatura.
La franja central de la feria este año es “Leer las mujeres”. ¿Qué mujer escritora recomienda leer?
Dos de mis favoritas son Marguerite Yourcenar y Virginia Woolf. Yourcenar por su profunda comprensión del ser humano imperfecto y Virginia porque me parece del nivel de James Joyce pero no igualmente reconocida por ese pequeño detalle de ser mujer. Detalle que tuvo que disimular la misma J.K Rowling para poder vender a Harry Potter. En literatura fantástica, admiro en Ursula Le Guin el tratamiento de los grandes temas del poder y el conflicto a través de la ficción. En literatura infantil las autoras de libro álbum que más quiero son Babette Cole, Kitty Crowther, Kvéta Pacovska y Margaret Wise Brown.
Dicen que escribir es mentir un poco. ¿En qué ocasiones miente por fuera de la literatura?
En ocasiones con una intención similar a la de la literatura, que es mentir para decir la verdad sin crudeza y con perspectiva, por dura que sea. En otras, para no herir innecesariamente a alguien.
¿Qué es lo más importante para usted a la hora de escribirle a un niño/a?
No impartirle lecciones monolíticas. Evitar la moraleja inequívoca y más bien invitar a mirar las cosas desde diferentes puntos de vista.
Cuando ilustra para otras personas ¿Siente que aún tiene libertad? ¿O a qué tipo de parámetros debe ajustarse?
¿De qué serviría ilustrar sin tener libertad? Para aceptar ilustrar un texto de otro, es para mí indispensable que la ilustración venga con un reto y que tenga su agenda propia. La ilustración que me interesa es la que dialoga con el texto, no la que le obedece. La obediencia es la peor compañera de la creatividad.
¿Qué temas cree que le falta abordar a la literatura infantil de estos días?
Desde los años sesenta la literatura infantil por fortuna dejó de ser casi exclusivamente cuentos de advertencia: si te portas mal esto es lo que te va a pasar. Ya para el sigo XXI hay pocos temas que haya dejado de abordar, pero creo que en la carrera por hacer siempre algo nuevo y bonito que se venda se han dejado atrás la experimentación y la profundidad.